Hace ya 13 años que empezamos con el vino sin alcohol y de baja graduación, la primera vez que expusimos nuestras elaboraciones fue en FENAVIN 2013, desde entonces las cosas van cambiando y poco a poco parece que nuestro proyecto va tomando forma. Aún así todavía nos damos de bruces con las D.Os., incluso con la administración la cual no permite que lo llamemos vino, tenemos que poner «bebida a base de vinos desalcoholizado», a excepción de Reino Unido, quién ya permite poner «vino 0,0%» en las etiquetas. Mientras la cerveza y cerveceros han ido de la mano con las elaboraciones clásicas han trabajando las nuevas cervezas 0,0% y sin duda el resultado es espectacular, ahora en muchos bares de toda España podemos encontrar cerveza de grifo 0,0% volumen de alcohol, un logro digno de valorar y aprender del acierto. En estos momentos de incertidumbre, descenso en el consumo, interés por la baja graduación y los vinos desalcoholizados, posiblemente los consejos de las diferentes denominaciones de origen españolas empiecen a ser mas tolerantes, sobre todo cuando los grandes productores empiecen a exigir la apertura de restricciones, no en vano la denominación de origen rioja vende del orden de cuatrocientos millones de tirillas y como poderoso caballero es don dinero, cuando esos que engordan sus arcas digan que quieren empezar a trabajar el vino desalcoholizado, veremos que pasa.
Seguimos con el tema a vueltas, mandamos vino a las alcoholeras para destilar, también en la D.O. Rioja y no podemos transformarlo para vender vino 0,0%, ¿alguien me lo puede explicar?, ¿qué pasa con el vino 0,0?, ¿es algo malo?, pienso que no, además queramos o no, hay que buscar consumidores para nuestro futuro mas cercano. Según algunos estudios, el consumo y demanda de vinos sin alcohol va creciendo porcentualmente año tras año, entonces ¿por qué no abrimos las puertas a las nuevas tendencias que marcan milenials y generación Z?, antes o después llegará el día, de eso estoy seguro, y todos empezarán a invertir en conseguir vinos cada día de mas calidad, principalmente destinados a un consumidor en el que la vara de medir, como suele ocurrir con aquel que está acostumbrado a beber vino convencional, no determine el veredicto. Estoy harto de escuchar, -«no se parece nada a un vino», es que no se tiene que parecer o ser igual a un vino convencional, es, simple y llanamente un vino sin alcohol, de acuerdo que para conseguir esos clientes que buscan que el vino 0,0 sea igual que el que suelen beber, tendrá que pasar mucho tiempo, sobre todo hablando de tintos, pero el nuevo consumidor no está condicionado por los vinos convencionales, sino en los nuevos vinos de baja y cero graduación, de los cuales elegirán aquellos que mas les gusten.
A buen seguro, de aquí a poco tiempo estaremos hablando de vinos de baja graduación y 0,0%, de 100 puntos, entonces empezaremos a beber y a disfrutarlos, porque por suerte o por desgracia, somos así, tiene que venir el gurú de turno para decirnos que ese o aquel producto es la crème de la crème y entonces si, entonces empezará a parecernos hasta muy similar a tal o cual vino, incluso, si te descuidas y le echas imaginación, ganas y aptitud, puede que te ponga hasta contentillo cual vino con alcohol, bromas a parte, el futuro está ahí y es este, no me cabe duda. Salud!!!