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EL VINO SE DESPLOMA

Seguimos recibiendo noticias desalentadoras en torno al consumo de vino en el mundo mundial, nadie se libra ¿o si?, claro aquellos que están por encima del bien y del mal, libran de la quema generalizada, da igual el país, la denominación, el estilo, variedad o precio, pero en un reciente estudio, dan algunas claves para resucitar o por lo menos seguir con esperanza el devenir de unos u otros acontecimientos.

El informe de laa consultora Getzler Henrich señala que, en la actualidad, la única franja de edad que muestra un crecimiento en el consumo de vino son las personas mayores de 60 años. Los consumidores jóvenes prefieren optar por alternativas como cervezas artesanas, licores, seltzers con alcohol y bebidas sin alcohol, lo que está generando una disminución significativa de la demanda. Al mismo tiempo, los problemas climáticos, como las temperaturas extremas y fenómenos meteorológicos imprevistos, están afectando la calidad y el momento de la cosecha, complicando aún más la situación de los productores.

El documento cita también el caso de grandes empresas que, al tratar de contrarrestar este escenario con estrategias de expansión agresivas a través de adquisiciones, se han encontrado con un elevado nivel de endeudamiento que no han podido manejar. Ante la falta de resultados en la venta de marcas para cubrir parte de sus pasivos, algunas compañías han optado por reestructurarse por completo, vendiendo activos para intentar solventar su situación financiera. Sin embargo, estas medidas no siempre logran generar los ingresos esperados y dejan a las empresas en una situación aún más precaria.

La posible  solución para muchos productores y distribuidores de vino pasa por analizar y modificar sus modelos de negocio, prestando especial atención a los canales de venta. Los clubes de vino siguen siendo el método más rentable para las bodegas, ya que permiten una venta directa al consumidor, eliminando intermediarios y generando ingresos recurrentes. Por otro lado, la venta mayorista y la distribución a minoristas son vistas como estrategias menos rentables y más volátiles, ya que dependen de factores como la visibilidad en el punto de venta y las relaciones con los distribuidores.

Otro factor a tener muy en cuenta es la importancia de gestionar correctamente los flujos de caja, ya que la producción de vino implica gastos elevados antes de que se generen ingresos significativos, especialmente durante la época de vendimia. Es importante hacer frente a estos gastos estacionales sin comprometer su estabilidad a largo plazo.

El análisis concluye con una serie de recomendaciones, que incluyen la revisión de las obligaciones de deuda, la implementación de estrategias de refinanciación y la exploración de nuevas formas de gestionar activos como marcas y propiedades. La consultora subraya que, a pesar de las dificultades actuales, existen oportunidades para las bodegas que estén dispuestas a adaptarse y a innovar, siempre y cuando se mantengan atentas a los cambios del mercado y adopten prácticas financieras sólidas.

En definitiva, que con aptitud y buena praxis podemos conseguir reactivar, tanto el consumo como sanear la economía. Salud para todos!!!

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