Las noticias que van y vienen constantemente a través de la prensa, redes sociales, TV y radio no pueden ser más desalentadoras. Aranceles por aquí y por allá, guerras de intereses que lo único que consiguen es matar a gente, destrozar familias, dejar huérfanos, viudos, viudas, tristeza, desolación, hambre y sobre todo desunión entre los hombres.
Bien es cierto que las guerras han asolado nuestra civilización desde hace mucho tiempo, principalmente, los “dueños” del mundo se sirven de la ignorancia de sus ciudadanos para aprovechar cualquier rendija y colar la sin razón que esos catetos, que unas veces idolatran a los caudillos y otras adoran a sus enemigos, provocan en nuestra sociedad. Salvando las distancias, eso aparece en el mundo del vino, cada vez más mediatizado por los gurús de turno que aprovechan la ignorancia o los dineros de unos y otros para influir y sembrar la confusión entre los consumidores, que al final son los paganinis de turno que dejan sus dineros por las recomendaciones de estos individuos.
La Denominación de Origen Calificada Rioja se caracteriza y es famosa, con un prestigio ganado a pulso durante muchos años por un estilo de vinos que ahora resulta que no valen para nada, “prestigiosos” prescriptores se empeñan en poner 100 puntos o encumbrar a elaboradores, vinos o estilos que no tienen nada que ver con la elaboración tradicional e histórica de los vinos de esta maravillosa denominación, ¿Por qué ese empeño?, considero que para dar 100 puntos hay que valorar algo más que los gustos del tipo que pone la nota en cuestión, digo yo, creo que por mucho que una bodega de Rioja tenga un vino que es el vivo retrato de, Penfolds Grange por ejemplo, no tiene que tener 100 puntos, ni es el estilo de vino, ni es la denominación para elaborar esos vinos, que pueden, por supuesto, pero es como ir a jugar un partido de tenis a Winbledon sobre hierba con zapatillas para juagar en tierra batida. Tenemos un montón de pequeñas bodegas que elaboran vinos con la personalidad y el estilo propio de nuestra D.O.Ca. Rioja.
Yo sigo pensando que Parker, por citar al más conocido de los gurús de turno, ha hecho mucho daño a la D.O.Ca. Rioja, también a otras, creando confusión entre los consumidores, que en épocas de vacas gordos, miran a la derecha de la carta para pedir un vino en el restaurante y en épocas menos floridas, de los móviles para ver que dicen los puntos. Madre mía!!!
En definitiva, vivimos momentos delicados, tanto políticamente, como económicamente y, como todo es vinculante, afecta también en nuestro sector. Deseo lo mejor para todos, elaboradores clásicos, elaboradores modernos, elaboradores oportunistas y elaboradores que viven del recuerdo de lo que fueron. Pero sobre todo deseo lo mejor para el consumidor, que su intuición, arrojo y ganas de probar lo auténtico de cada zona le guie. Salud para todos!!
