Estamos en una crisis global dentro del universo vitivinícola, eso está claro, los números no engañan, el consumo cada vez es más reducido, las nuevas generaciones optan por otras bebidas, la sobre oferta no ayuda, bajo mi punto de vista, en estos momentos perjudica, y un sinfín de condicionantes que nos llevan a pensar a más de uno que la cosa está seria.
Recientemente, en la Universidad de La Rioja, una partida de expertos analizó la crisis del sector, ciñéndose a lo que nos toca, La D.O.Ca. Rioja, estos cursos de verano titulados “Las Denominaciones de Origen del siglo XXI”, se dividieron en tres jornadas, en la primera Emilio Barco, doctor e investigador por la UR, nos decía que de todas las crisis anteriores se salió mediante acuerdos, aconsejaba desinflar esos egos inflamados si quieren salir de la crisis.
Julián García Plisson, gerente de FECOAR, argumentaba que la crisis de Rioja no se puede solventar con la reducción de rendimientos. Àlex de Las Heras, portavoz de ARAG-ASAJA, nos decía que estamos ante un problema coyuntural y no estructural. El vicepresidente del Grupo Rioja consideraba que las medidas tomadas han sido correctas y positivas, pero Agustín Santolaya Gerente de Bodegas Roda era más crítico diciendo que bastaría con haber metido en bodega los 6.500 kilos hectárea pactados, pero esto no se ha cumplido y tampoco en esas medidas tomadas anteriormente nadie ha hablado de calidad.
En la tercera jornada se debatió sobre el arranque de viñedo, pero lo que realmente me parece importante, es lo que argumentaba el Gerente de Roda y el presidente de Bodegas Familiares, “apostando por una segmentación de los vinos en función de los precios”.
Ahí es donde puedo ver algo de luz en este túnel, creo que hoy en día, tal y como está el sector, el modelo de Rioja está obsoleto es mi opinión y también la de voces más cualificadas, debe cambiar y creo que visto el panorama donde los de rioja alavesa quieren crear su propia denominación, los del barrio de la estación van a su bola, las bodegas familiares rompen con el Consejo Regulador, las cooperativas y fábricas de vino quieren volumen y los pequeños productores que les faciliten hacer el vino que quieren, pueden o les dejan, hay que buscar algo para diferenciarse, quizás un estilo bordelés justificado o basado en la segmentación de precios antes comentada. Y me explico.
He recorrido todas las grandes superficies que tenemos en nuestra comunidad, La Rioja, y tenemos precios en vinos jóvenes que van desde los 1,99 € en el Lidl, el más barato hasta los 8,67 € en Alcampo, en crianzas los 2,41 € en Alcampo hasta los 25,25 € también en Alcampo, los reservas a 3,98 € en Alcampo hasta los 43,10 € del Carrefour, en grandes Reservas 7,98 € en Alcampo hasta los 210,00 € también de Alcampo, en genérico que también podemos llamarlo de autor o viñedo singular, hemos encontrado el precio más bajo y más alto en Alcampo que van desde los 23,99 € hasta los 86,93 €, esto en lo referente a vinos tintos. En blancos encontramos lo siguiente, para jóvenes los 2,49 € de Alcampo hasta los 12,09 € de la misa gran superficie y en blancos con madera encontramos el precio bajo en Alcampo de nuevo por 9,45 € y el más alto en Carrefour 17,88 €.
Si analizamos los precios se ve claramente que los blancos tienen un mayor valor a nivel porcentual que los tintos, en añadas jóvenes la media es más alta en blancos dando una media de precios de 4,84 € frente a los 4,00 € de los tintos y en lo que respecta a los que tienen madera en blancos estamos ante un precio medio de 13.60 € frente a los crianzas, tomamos como referencia los vinos con tirilla de crianza, que es 8,92 €, aquí la brecha es mayor.
Ciñéndonos a los precios podríamos tener una calificación para Rioja de la siguiente manera:
Rioja Básico en una banda de precios entre los 1,00 € a 5,00 €
Rioja Medio de 5,01 € a 10,00 €
Rioja 5ª Clase de 10,01 € a 15,00 €
Rioja 4ª Clase de 15,01 € a 20,00 €
Rioja 3ª Clase de 20,01 € a 35,00 €
Rioja 2ª Clase de 35,01 € a 55,00 €
Rioja 1ª Clase de 55,01 € a 80,00 €
Rioja Clase Superior de 80,01 € a 399,00 €
Rioja Clase libre más de 400,00 € (cosa que me parece una barbaridad)
Evidentemente para optar a uno de estos grupos sería necesario elaborar un número de terminado de botellas, de esta manera evitamos el que alguno quiera posicionarse en lo más alto del escalafón haciendo 1 botella, Pero eso sería otra discusión, la cual no debería de ser complicada, teniendo en cuenta los elaboradores que existen ahora mismo en esa banda de precios y viendo el volumen que tienen.
Sobre el asunto del arranque, visto los precios que tienen los blancos y que vuelven a tener una posición adelantada en los gustos de los consumidores, quizás podría ser una opción subvencionar el arranque de viñas tintas para poner blancas, sin pasarnos claro está, porque todo tiene que tener un equilibrio.
Ahí quedan los pensamientos en voz alta.